Puedes llamarlo barbacoa, asadero, chuletada, parrillada o como buenamente quieras pero la base es la misma: cocinar al aire libre y con brasas las mejores carnes que puedas para satisfacer a tus invitados, a tus amigos y evidentemente, a ti mismo.
Pero ser un maestro en el arte de las brasas no es nada fácil, o al menos, no lo es en la práctica. Por eso te vamos a dar unas cuantas clases de teoría sobre cómo hacer una buena barbacoa para que todo el mundo te recuerde como un auténtico artista.
- EL TIEMPO ES ORO.
Nada de carnes frías, sobre todo si son de tamaño grueso. Atempera fuera del frigorífico la carne durante dos o tres horas, permitiendo así que gane temperatura y que se pueda hacer con más facilidad cuando la llevemos a nuestra parrilla, que siempre deberá estar muy caliente antes de poner la carne, nunca a medio calentar. - LA BRASA, SIN LLAMA
No debemos cocinar cuando aún flameen las llamas, es más, es necesario que la llama esté extinta, así podremos manejar mejor los tiempos de la cocina. Para que además las brasas duren más tiempo es mejor utilizar sal gorda, con lo que además provocaremos menos humo - LA SAL, AL FINAL.
Sólo debes salar las piezas en la segunda vuelta o poco antes de sacar la carne, nunca en las primeras fases del asado. Además es conveniente que separes por tamaños las carnes dentro de la parrilla, lo que te permitirá llevar un mayor control de éstas. - EN LA SAZÓN Y EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO.
Nadie dice que sólo uses sal, apuesta también por la pimienta o por hierbas aromáticas como el tomillo, el romero o la salvia, sobre todo si las añades a la brasa, dejando un toque ahumado campestre sabroso a las carnes. Además no está prohibido usar diferentes carnes. - SI PINCHAS LA CARNE, SE SECA.
Más fácil imposible. Nada de ir testando puntos con cubiertos o cuchillos, no pinches alimentos de ningún tipo y menos aún, los embutidos. Si haces esto, perderán su jugo natural y se quedarán secos por dentro. Un punto extra para perfeccionarlo es usar papel de plata envolviendo chorizos o morcillas, al hacerlo conseguirás mantener su grasa dentro, evitando que chorree sobre la brasa. - NO SEAS ANSIOSO, DEJA QUE SE TEMPLE Y DISFRUTA.
La carne necesita un mínimo reposo una vez que la saques del fuego.